Foto: @miseleccionmx
Nuevo fracaso del Tri, ahora en Liga de Naciones de la Concacaf
15 de junio del 2023
Ya no es novedad decir que la selección de Estados Unidos superó a la selección mexicana, y esta noche, en Las Vegas, en Nevada, quedó demostrado una vez más.
Con doblete de Christian Pulisic y uno más de Ricardo Pepi, el combinado de la barras y las estrellas dejó en ridículo a México y de esta manera avanzó a la gran final de la Concacaf Nations League donde se medirá ante Canadá.
El jugador del Chelsea, Pulisic, se dio un paseo por el área mexicana, pues hizo lo que se le antojó con la defensa azteca y la primer jugada de peligro llegó al minuto 22, cuando se quitó a defensas y portero para quedar solo frente al arco y, que por fortuna de los mexicanos, su disparo se fue por encima del travesaño.
A partir de ahí, los estadounidenses tomaron el control del juego y al 36’, Pulisic ya no perdonó y abrió el marcador con disparo cruzado que dejó sin oportunidad a la Coladera, perdón, al cuatro veces mundialista Memo Ochoa.
Sin más, terminaron los primeros 45 minutos de este compromiso y los gabachos se fueron al vestuario con la mínima ventaja.
Para la segunda parte, la afición azteca esperaba una reacción del tricolor, pero no fue así, pues el combinado estadounidense ampliaría su ventaja de manera inmediata al 46’, tras un pase largo a Weah que aprovechó para meterse al área y mandar un centro que Pulisic solo empujó al fondo de las redes.
A pesar de los cambios del técnico Diego Cocca, el Tri seguía sin funcionar, y los locales seguían teniendo el control del partido, y fue al 77’ cuando Sergio Dest hizo una gran jugada en medio campo donde limpió la zona y mandó un pase filtrado que dejó solo a Pepi quien definió de gran manera tras la salida de Ochoa.
Cabe mencionar que durante este partido fueron expulsados cuatro jugadores, dos por bando. Por Estados Unidos fueron Weston Mckennie y Sergio Dest, mientras que por México César Montes y Gerardo Arteaga.
Tras esta derrota, Diego Cocca y la mayoría de jugadores deberían dar las gracias, sin embargo, eso no pasará. Ahora, a jugar por el tercer lugar ante Panamá el próximo domingo, luego la Copa Oro y que Dios nos agarre confesados.